He elegido un día como hoy para retomar el blog, después de unos meses dedicando las noches a otros menesteres más científicos. Y claro, una entrada escrita tal día como hoy, no puede ser sino sobre los tres Reyes Magos que nos visitan año tras año el 6 de enero.
Los magos de oriente es una de esas historias bíblicas comunmente aceptadas pero que no aparecen tal cual en la biblia. No es la única. Los padres de la Virgen, Joaquín y Ana, tan populares y conocidos no aparecen en ningún sitio.
Pero nuestros magos sí que aparecen. En el Evangelio de Mateo, en el capítulo 2, se habla de que unos magos llegaron de oriente a Jerusalen cuando nació Jesús, preguntando a Herodes, dónde había nacido el Rey de los Judíos. Herodes, entró en cólera y pidió a los magos que una vez conocido, les dijera dónde, para poder él ir a saludar al nuevo rey, pero los magos, adivinando las malas intenciones, decidieron no volver a Herodes. Siguiendo la estrella, llegaron hasta Belén y allí le ofrecieron oro, incienso y mirra.
Esas son todas la referencias sobre los Reyes Magos en la Biblia. No se dicen los nombres, no se dice el origen ni se dice cómo eran. Para más inri, el hecho de no volver a Herodes hizo que éste se enfadara y mandara matar a todos los niños menores de dos años, dando lugar a otra celebración navideña muy conocida, los Santos Inocentes, pero que cronológicamente, en la Biblia, se produjo después de la llegada de los Reyes Magos.
Entonces, ¿de dónde salen los nombres que todos conocemos de memoria, las razas, los camellos, los pajes? Es algo que todos damos por sentado que viene de la Biblia, pero no es así. Los Reyes Magos aparecen en la tradición oral antigua, y sobre todo, viene muy bien detallado en un Evangelio apócrifo, el Evangelio Armenio de la Infancia. En ese evangelio sí que se describe con detalle la llegada de “tres reyes de los magos” de los paises de oriente, llamados Melkon (que imperaba sobre los persas), Gaspar (que imperaba sobre los indios) y Baltasar (sobre los árabes). Este es el origen del color moreno de Baltasar, color predominante en los árabes (ojo, que no es negro originalmente, sino moreno).
Tras nueve meses siguiendo una estrella llegaron tres días después del nacimiento: el 9 de enero, porque según ese mismo evangelio, el nacimiento fue el 6 de enero, fecha por la cual se mantiene la celebración ese día, contradiciendo la cronología bíblica oficial. Sí indican los presentes, que eran, entre otras cosas, mirra, incienso y oro. Y un cuarto regalo, el libro del Testamento, dado por Dios a Adán y que sólo el Mesías podría abrirlo.
Me encanta ver cómo la tradición imperante es la de un libro rechazado oficialmente. Y que curiosamente no es demasiado conocido. Leer este evangelio, es leer la historia de los Reyes que siempre nos han contado.
Pero los Reyes no son nada sin regalos. Es una tradición casi exclusivamente española y algunos sitios de hispanoamérica. Pero esto no siempre fue así. Shakespeare escribió una obra llamada “Noche de Reyes” en la que se narra una noche de Reyes en Inglaterra en 1600. Pero poco a poco, la tradición y el pragmatismo de tener más días de disfrute fue imponiendo a Papa Noel, cosa que me temo pasará también en España.
Una última cosa sobe los Reyes. Yo estuve en tu tumba. Fue en 2006 en un viaje que hicimos maravilloso a Colonia junto con amigos. Sí, los Reyes Magos están enterrados en la Catedral de Colonia, a donde llegaron en 1164 por el emperador del sacro imperio romano germánico, Federico Barbarroja.
Así que sí, yo conocí la tumba de los tres reyes, a pesar de que vengan todos los años acompañados con nuevos regalos e ilusiones.